Una remonta épica ha permitido al Mallorca clasificarse para los cuartos de final de la Copa del Rey al derrotar por 6-1 a la Real Sociedad, que se había impuesto 2-0 en la ida de los dieciseisavos disputada en San Sebastián.
El Mallorca nunca dio la eliminatoria por perdida y apelando al espíritu de lucha y sacrificio que inculca su técnico, Joaquín Caparrós, y diez minutos mágicos en el primer tiempo, dejó con la miel en los labios a una Real que sigue sin alcanzar los cuartos de final de la Copa del Rey desde 1993.
El equipo balear disputará los cuartos de final, a los que ha accedido en tres de las últimas cuatro ediciones de la Copa, probablemente ante el ganador de la eliminatoria que el jueves resuelven el Athletic Club y el Albacete.
La obligación de remontar un 0-2 en contra para seguir vivo en la competición espoleó al equipo balear en el inicio del partido, que afrontó con la esperanza de marcar pronto con el objetivo de mantener intactas sus opciones.
La Real, que se jugaba pasar a los ansiados cuartos de final, fue a lo suyo, es decir, cedió la iniciativa al Mallorca y blindó su defensa a la espera de aprovechar cualquier error de su adversario. Además, Ifran marcó un gol que podía valer la eliminatoria, pero que fue insuficiente.
El equipo de Joaquín Caparrós exhibió los mismos problemas de siempre en la creación de oportunidades de gol, sobre todo, cuando se enfrenta a rivales que saben manejar los tiempos defensivos. Pero esta vez, tuvo el acierto ofensivo que se le había negado en otras ocasiones.
Los baleares alternaron errores y aciertos en el objetivo de acercarse a la portería defendida por Zubikarai, mientras que los donostiarras intentaron mantener el tipo, pero sin éxito, abrumado por sus fallos y el acierto ofensivo de su rival.
El Mallorca, fiel a las exigencias de Caparrós, peleó por mantener viva la eliminatoria y lo logró con goles marcados en un lapso breve de tiempo en los que aprovechó los graves errores cometidos por la zaga donostiarra.
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