Fernando Llorente, con dos tantos determinantes en los primeros 25 minutos de partido, ha despertado al CD Mirandés de su increíble sueño copero, que todavía no ha perdido del todo gracias a un tanto de Lander Lanbarri sobre el tiempo reglamentario para poner un 1-2 final que enfila al Athletic Club hacia una nueva final de Copa.
Ese tanto postrero da alguna opción al Mirandés de cara a la vuelta en San Mamés, pero para ello tiene que marcar dos goles, que no le va a ser fácil y más en el estado de gracia en el que se encuentra Llorente.
El delantero ha liderado a su equipo hacia su partido favorito definiendo de manera impecable en los dos goles. El primero con un remate de cabeza con la que finalizó un capítulo más de su recién creada sociedad con Óscar de Marcos y, después, en una jugada individual a ras de césped en la que se ha deshecho de hasta tres rivales.
Con sus dos tantos, una gran alegría para un Vicente del Bosque que miraba desde la grada y veía como se ha recuperado al menos uno de sus delanteros habituales, Llorente se ha hecho centenario como goleador del Athletic, encadena 5 goles e dos partidos y alcanza los 16 tantos totales en lo que va de temporada. Fue demasiado el 'rey león' para el 'jabato Mirandés.
El partido comenzó acorde con el tiempo meteorológico en Miranda, frío, pero contrario a la grada, muy caliente desde una hora antes del inicio del partido. Con el Athletic un tanto atascado y el Mirandés intentando, sobre todo, dificultar la elaboración del juego visitante.
Así transcurrió el primer cuarto de hora, en el que apenas fueron de reseñar un tiro de Muniain que acabó en córner y un primer intento de percutir de Pablo Infante sobre la defensa rival.
Y cuando lo único destacable parecía estar solo fuera del césped, De Marcos, poderoso por todo el campo, enganchó una de esas cabalgadas con las que ha enamorado a Bielsa y tras deshacerse de su rival en una carrera limpia conectó con Llorente como acostumbra en los últimos tiempos para que el ariete internacional remachase de cabeza en el segundo palo.
Solo ocho minutos después, en el 25, a Llorente le cayó un balón al borde del área con el que encarar a su marcador. No lo hizo únicamente con el primero que le salió al paso, sino con un segundo y un tercero para cruzar un disparo suave junto al palo derecho de la meta de Nauzet.
Acusó el Mirandés mucho más ese segundo golpe que el primero hasta el punto de quedarse a merced del Athletic, que amagó el 0-3 en tres nuevas ocasiones, dos con De Marcos como protagonismo y una tercera en la que de hecho Llorente volvió a marcar. Aunque después de uno de los asistentes señalase fuera de juego.
Con la llegada del descanso, la sensación era de que hasta ahí había llegado el heroico Mirandés. Para todos menos para la grada de Anduva, que seguía queriendo "llevar en volandas, llevar con el alma" a su equipo a una nueva hazaña.
Quizás ese ánimo -añadido a la charla de Pouso en el vestuario- fue el que recuperó al conjunto rojillo, que tocó a rebato nada más iniciarse el segundo tiempo y achuchó a la defensa hoy de verde.
Primero con un colada de Mujika por la derecha, que acabó en córner; después con un cabezazo de Caneda a ese saque de esquina; y posteriormente con un disparo desde la frontal de Mujika que lamió, sino dio, en el larguero. En medio, un tanto de Muniain anulado por fuera de juego.
Una gran parada de Iraizoz, a cabezazo de Caneda tras uno de lo numerosos córneres lanzados por el Mirandés tras el descanso, dio paso al último tramo del choque, un último cuarto de hora en el que los locales no dejaron de intentarlo hasta que encontraron su premio con el tanto de Lanbarri sobre la hora, que le anima a una nueva hazaña.
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