- La Real Sociedad cerró la herida de la goleada en la Copa del Rey con una convincente victoria en Mestalla, ante un Valencia indolente, que hizo uno de los peores partidos de la temporada y que cayó sin excusas que justifiquen su derrota.
El equipo donostiarra, muy seguro en defensa, apenas dio opción al Valencia, demostró que el 6-1 de Mallorca fue un accidente y ganó sin demasiado sufrimiento.
El Valencia, por contra, acusó la revolución que Unai Emery introdujo para dar descanso a varios de sus titulares y vio como el experimento fracasó, ya que a los numerosos cambios en el equipo se unió la falta de inspiración del conductor del juego local: Éver Banega.
Ambos equipos plantearon el encuentro a partir de la posesión de balón, sin arriesgar con desplazamientos largos y con la intención de trenzar jugadas ofensivas desde la retaguardia.
La intención era buena, la ejecución, mala: no se plasmó en un fútbol de calidad por parte de ninguno de los dos equipos. Los jugadores perdían rápida y constantemente el balón, apenas llegaban a la meta rival. No dispusieron de ocasiones de gol en el primer tiempo.
En la serie de despropósitos que fue la primera mitad, el Valencia superó a la Real Sociedad. La instrucción de no sacar el balón en largo hacia que el equipo corriera riesgos innecesarios y cuando la pelota llegaba a Parejo, pero sobre todo a Banega, el equipo vasco no tenía problemas para recuperarlo con facilidad.
En este contexto, el Valencia fue de más a menos en el primer tiempo, mientras que la Real Sociedad creció en su juego al menos en el último cuarto de hora de la primera parte, cuando fue capaz de aproximarse, aunque con timidez, a las inmediaciones de la meta de Diego Alves.
Los merecimientos de unos y otros hasta el descanso no dieron para goles, algo que sí ocurrió en los primeros compases del segundo tiempo, cuando el ataque de la Real aprovechó el enésimo error defensivo del Valencia y Griezmann no falló en un momento del partido en el que el equipo visitante ya era mejor que el local.
A partir entonces, el partido se transformó: la Real se adueñó del encuentro, tuvo el balón y encontró espacios ante un Valencia completamente desorientado. El 0-2 parecía más próximo que el empate.
El Valencia ni tan siquiera era capaz de crear peligro ante la meta de Bravo, mientras que Zurutuza estuvo cerca del gol en un disparo lejano.
Solo en el cuarto de hora final del encuentro, la Real Sociedad cedió terreno y el Valencia, tras la entrada de Jonas, mostró un poco más de empuje, lo que no impedía que su rival tuviera opciones a la contra.
Sin embargo, ni una sola ocasión de gol pudo contabilizar el equipo local, mientras que la Real nunca le perdió la cara al partido, aguantó bien en primer periodo, fue mejor durante media hora tras el descanso y se llevó los puntos de Mestalla.
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