El Real Madrid ha sumado tres puntos vitales en su lucha por el título al derrotar 1-2 al Mallorca en el Iberostar Estadio, tras una vibrante reacción en la segunda parte que le ha permitido remontar el gol que el israelí Tomer Hemed había marcado en el primer tiempo.
El equipo de José Mourinho mantiene, como mínimo, la ventaja de cinco puntos frente al FC Barcelona, pero para lograr ese objetivo tuvo que sufrir, y mucho, ante un Mallorca que ha jugado su mejor partido de la temporada, pese a encajar su cuarta derrota en casa.
Higuaín y Callejón marcaron los goles del triunfo madridista tras una segunda parte vibrante, en la que Mourinho revolucionó su 'once' para apostar de forma decidida por el triunfo.
El equipo balear le discutió a su rival el dominio de las acciones en los primeros minutos, incluso, dispuso de una buena ocasión tras una internada por la banda izquierda del "Chori" Castro.
Todo ello, ante un Madrid intentando marcar el ritmo más conveniente para sus intereses, jugando el balón sin arriesgarlo y esperando los movimientos arriba de Cristiano y Benzema.
Pero, dos detalles dejaron constancia que el Madrid no se hallaba cómodo.
En el minuto 11, José Mourinho salía del banquillo, visiblemente enfadado, y poco después, caía en el área Víctor Casadesus derribado por Lass.
La afición pidió penalti, que no concedió Pérez Montero, y se escucharon algunos cánticos de "así, así gana el Madrid".
Los madridistas, con Callejón, Ozïl y Cristiano por detrás de Benzema, no hallaban espacios ni fórmulas para sorprender a un rival que, a medida que pasaban los minutos, se echaba más atrás con el objetivo de jugar sus cartas al contragolpe.
En el minuto 32, el Real Madrid remató por primera vez bajo los palos de Dudú Aouate, y lo hizo a través de una falta directa ejecutada por Cristiano Ronaldo que el meta israelí detuvo sin mayores problemas.
Poco antes, Tomer Hemed había dispuesto de la ocasión más clara tras un contragolpe vertiginoso, pero su disparo se fue desviado por el palo izquierdo de Casilla.
El propio Hemed castigó la apatía y pasividad de la que estaba haciendo gala el Real Madrid con un cabezazo en plancha impecable (min. 38), un golazo que situaba al Mallorca con ventaja, merecida, en el marcador.
El gol espabiló al líder y Sergio Ramos pudo empatar (min. 44), también de cabeza, pero el balón se estrelló en un poste con Aouate ya ve vencido.
En la reanudación, con Higuaín en el sitio de Lass, el Madrid demostró desde el primer minuto que su actitud iba a ser diametralmente opuesta a la del primer tiempo. Poco después, Coentrao y Kaká entraban por los dos laterales Marcelo y Arbeloa, respectivamente.
La maquinaria madridista se puso en marcha a pleno rendimiento para darle la vuelta al partido, ante un rival que cada vez le esperaba más atrás.
Mourinho se desgañitaba en la banda dando instrucciones, pero el Mallorca resistía el acoso, hasta que el "Pipita" Higuaín sacaba petróleo de un buen desmarque para empatar el partido.
El Real Madrid ya estaba lanzado y poco después, Cristiano lanzó un misil eléctrico que repelió el larguero y, más tarde, el colegiado anulaba un gol a Sergio Ramos por un fuera de juego muy ajustado.
El partido era, totalmente, del conjunto madridista. Los blancos atacaban por todas partes y todo se reducía a comprobar la capacidad de resistencia del conjunto dirigido por Joaquín Caparrós para mantener, al menos, el empate.
Callejón rompió la defensa mallorquinista en el tramo final del partido para asegurar tres puntos vitales en la lucha por el título con el FC Barcelona.
El partido acabó con polémica por unas posibles manos de Sergio Ramos en el área, que el árbitro ignoró y uno rifirrafe entre Ramis y Pepe que no pasó a mayores.
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