El Valencia, gracias a un buen primer tiempo y a un gol en la prolongación de la segunda parte, ve más cerca la semifinal de la Copa del Rey tras un partido en el que impuso su ley hasta el descanso, pero de fuerzas parejas en la reanudación.
Si el Valencia mereció al menos el premio de la primer mitad, el Levante sufrió un castigo excesivo en la segunda parte, cuando pudo acortar distancias, pero perdió con un gol desafortunado en la prolongación.
La primera mitad fue lo mejor del partido, intensa y entretenida gracias, sobre todo, al dinamismo y la capacidad para llevar la iniciativa del Valencia, que se adueñó bien pronto del partido.
El equipo local no dio opciones al Levante que, además, acusó la temprana lesión de uno de sus jugadores más importantes, Barkero, a los doce minutos de juego.
El Valencia mantuvo el ritmo de juego que más le convenía y el Levante no conseguía neutralizarlo. Se defendía con orden, pero sin dar réplica a su oponente.
Pese a que el Valencia dominaba el partido fue en un contragolpe y tras un error en el centro del campo, cuando llegó el 1-0 en una buena jugada de Piatti, Pablo y Jonas. Poco después, en otro fallo en defensa Soldado hizo el 2-0 que reflejaba la superioridad del equipo local.
Sin embargo, cuando más problemas tenía el Levante, un rechace de la defensa rival propició un magistral remate de Koné, que hizo el 2-1 en el primer disparo levantinista. El gol metía al equipo en el partido. Tenía, además, el valor de haber llegado a domicilio, algo importante en los torneos coperos.
Pese a ello, el Valencia no se descompuso y en el tiempo de prolongación hizo el 3-1. Piatti logró su primer gol en competición oficial con el equipo de Mestalla y llevó el partido al descanso con una diferencia en el marcador ajustada a lo visto hasta entonces.
El Levante inició el segundo tiempo con una nueva baja por lesión, esta vez en la portería, por lo que debió entrar Munúa en lugar de Keylor Navas.
Con el inicio de este periodo, el Levante mejoró ligeramente y el Valencia dio un paso atrás: las fuerzas se equilibraron. El Levante sabía del valor que podría tener un segundo gol y para el Valencia era más importante no recibirlo que ampliar la ventaja.
No es nuevo que al Valencia le cueste mandar en el juego cuando lo hace en el marcador y a medida que avanzaba el encuentro, el Levante se sentía cada vez más cómodo, aunque sin ser capaz de crear verdadero peligro ante la meta de Diego Alves.
El partido entró con tensión, muchas faltas, interrupciones, roces y tarjetas, en su último cuarto de hora, con el Valencia algo más entonado y sin que el Levante renunciara a reducir diferencias en alguna de sus aproximaciones.
En la última jugada del partido Tino Costa remató con fortuna y puso en el marcador el 4-1, que resuelve el partido con goleada y obliga al Levante a una remontada épica dentro de una semana en su estadio.
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