Villarreal fue mejor y lo demostró al golear al Sporting de Gijón por tres goles a cero en el partido que puso el cierre a la primera jornada de Liga.
Con esta victoria el equipo castellonense logró salir de los puestos de descenso y deja al Sporting y Granada en los mismos.
Los locales merecieron el triunfo, por juego y ocasiones, ante un Sporting que intentó jugar con los nervios de su rival y que no supo generar peligro.
El Villarreal y el Sporting se jugaban en el Madrigal la opción de dejar la zona de descenso. Ambos equipos llegaban con la aspiración de hacerlo, pero con mucha más ansiedad en el equipo local que no está preparado para este tipo de sufrimientos.
El equipo local salió con la idea de controlar y de poner el partido de su lado desde el primer minuto, mientras que el Sporting empezó a la espera de lo que hacía su rival para intentar sorprenderlo al contragolpe.
Los locales se mostraron nerviosos y les costó hacerse con ese control, aunque su rival tampoco se acercaba al área de Diego López. Pasaron así veinte minutos de tanteo, en los que poca cosa se vio de fútbol y de ocasiones.
Llegó con ello la primera ocasión a los veinte minutos, cuando Musacchio cazó un balón en el área y su disparo salió junto al palo. Esta ocasión hizo despertar a ambos equipos y el partido entró en una dinámica de más intercambio de juego.
Barral contestó en el minuto 22 con un disparo, avisando que el Sporting también jugaba.
Llegó la polémica poco después cuando los asturianos reclamaron un penalti y los locales una expulsión. El colegiado decidió no pitar la posible pena sobre De las Cuevas y dejó en amarilla la agresión de Barral a Bruno.
La sensación de equilibrio duro diez minutos, ya que a partir de la media hora, el control y las ocasiones fueron locales. Tanto que los de Molina merecieron irse con ventaja al vestuario, pero unas veces la falta de acierto y otras Juan Pablo, lo impidieron.
Dos disparos de Cani, que atajó Juan Pablo. Un mano a mano de Valero con el portero, que no supo definir en los últimos metros, y un disparo en el descuento del mismo Valero, que se marchó desviado por muy poco fue lo que deparó los últimos minutos del primer período.
En los segundos cuarenta y cinco minutos, el Villarreal, debido a la presión, empezó más plano y más espeso. Ello propicio una segunda parte más abierta y con más llegadas para ambos equipos.
Pero en ese intercambio, el Sporting vio como lo que el Villarreal había perdonado en la primera parte, no lo hizo en la segunda.
Y es que en dos minutos el equipo de Molina vio puerta por dos veces y cambió el partido. El primero gol llegó gracias a la calidad y la perseverancia de Marco Ruben, que se fabricó en el área un hueco y ajustó la pelota lejos de Juan Pablo.
Un minuto después Borja Valero marcó un golazo, al lograrlo con un disparo a la escuadra desde treinta y cinco metros a los 58 minutos. Dos goles que cambiaron el panorama y que le pasaron los nervios y la presión al Sporting.
El Villarreal se dedicó a tocar la pelota con más tranquilidad y criterio, mientras que el Sporting buscaba igualar la contienda sacando todo su arsenal al campo y buscando el área a la desesperada.
De esta forma el Villarreal manejaba la pelota, e incluso llegaba a tener las mejores ocasiones. Sobre todo Marco Ruben, al que salvaron otro gol.
El equipo castellonense intentaba no sufrir, ante un inoperante Sporting. Fueron minutos en los que el gol parecía incluso más cercano para el Villarreal, que por primera vez se sentía cómodo y dominador del partido.
Y el partido acabó de la mejor manera posible para el Villarreal, con un golazo de Bruno que desde la frontal del área colocó el balón en la escuadra.
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